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EL GRUPO DE PUEBLA PRETENDE LAVARSE LA CARA RESPECTO A LA TIRANÍA NICARAGÜENSE

El comunicado del Grupo de Puebla del 27 de febrero en curso, respecto a la situación en Nicaragua, no solo es hipócrita y cínico, sino también insuficiente, puesto que omite condenar la tiranía de Daniel Ortega y solicitar las medidas más enérgicas para lograr un cambio de gobierno en ese país.

Para referirse a la expatriación de trescientos nicaragüenses inocentes, cuyo único delito fue disentir de Ortega, el Grupo de Puebla se lanza una larga perorata sobre los conservadores y reaccionarios que amenazan a Nicaragua. Solo al final, emite una tímida reprimenda al tirano por expulsar a sus compatriotas y recomienda retomar el diálogo.

El Grupo de Puebla no dice una palabra sobre la persecución a la Iglesia Católica, el injusto encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez, la expulsión de las Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, la prohibición de hacer procesiones, y tantas otras medidas despiadadas contra la religión.

Si al Grupo de Puebla estuviese realmente interesado en defender la democracia nicaragüense, diría toda la verdad, a saber, que Ortega es un dictador sanguinario, violador de derechos humanos, que accedió a su cuarto mandato con un fraude descarado, y que no merece conducir los destinos de Nicaragua.

Finalmente, la propuesta del Grupo de Puebla es promover un diálogo entre víctimas y victimarios, lo cual es evidentemente, ponerse del lado del represor. Hubiera sido preferible que guardaran silencio.

Madrid, 28 de febrero de 2023

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