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INFORME ESPECIAL 01: ¿Por qué el Foro de São Paulo y Grupo de Puebla necesitan reactivar UNASUR?

El Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla quieren controlar el hemisferio convirtiendo los organismos regionales en estructuras permanentes y estructuralmente socialistas

  • La verdadera intención de la carta que enviaron figuras directamente vinculadas con el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla a doce mandatarios suramericanos en noviembre era reactivar UNASUR para continuar adueñándose de todos los organismos multilaterales de integración regional y seguir imponiendo su agenda ideológica.
  • El declive de UNASUR empezó en 2017, cuando Nicolás Maduro impidió la elección de un secretario general frente al surgimiento de nuevos gobiernos que demandaban la defensa de la democracia y libertades en Venezuela.
  • El Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla buscan hacer permanentes y estructuralmente socialistas a todos los organismos regionales para que tengan amplia influencia en la aprobación de leyes, decretos e incluso modificaciones en las constituciones de las naciones.

Madrid, 2 de febrero de 2023. Foro Madrid ha publicado un informe especial en el que desvela los motivos por los cuales tanto el Foro de São Paulo y Grupo de Puebla necesitan reactivar la hasta ahora extinta UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas). Este organismo nació en 2008 en Brasil a iniciativa de Hugo Chávez y Lula da Silva, con el objetivo de “transformar” CONASUR, la Comunidad de Naciones Sudamericanas y ejercer más liderazgo e influencia política en la región sin la participación de Estados Unidos y México. Con UNASUR también se pretendía desplazar a la OEA y combatir lo que se consideraba el ‘modelo neoliberal’: políticas cercanas a Estados Unidos, favorables al libre comercio y al respeto a la institucionalidad democrática.

El nuevo informe especial de Foro Madrid indica que la verdadera intención de la carta que enviaron figuras directamente vinculadas con el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla a doce mandatarios (Alberto Fernández, Luis Arce, “Lula” da Silva, Guillermo Lasso, Gabriel Boric, Gustavo Petro, Irfaan Ali, Mario Abdo Benítez, Pedro Castillo, Luis Lacalle Pou, Chan Santokhi y Nicolás Maduro) era reactivar UNASUR para continuar adueñándose de todos los organismos multilaterales de integración regional y seguir imponiendo su agenda ideológica. Esta estrategia incluye a la misma CELAC, ya que lo que se busca es convertirlas a ambas en organismos permanentes y estructuralmente socialistas que tengan amplia influencia en la aprobación de leyes, decretos e incluso modificaciones en las constituciones de las naciones.

Entre los firmantes de la carta en mención, publicada en noviembre de 2022, se encontraban Michelle Bachelet, Ricardo Lagos, Rafael Correa, Eduardo Duhalde, José “Pepe” Mujica, Dilma Rousseff y Ernesto Samper. Según los firmantes, con los recientes procesos electorales en Chile, Colombia y Brasil “se abren nuevas oportunidades de integración”. No obstante, aclara el informe que, establecer un mecanismo regional que no excluya a las dictaduras representadas por algunos de los mencionados, significa poner en peligro las conquistas democráticas para todo el continente.

El declive de UNASUR se aceleró a partir del año 2017, cuando Nicolás Maduro abusivamente impidió la elección de un secretario general, frente al surgimiento de nuevos gobiernos que demandaban la defensa de la democracia y libertades en Venezuela. Condenar el proceso de destrucción de la democracia venezolana, por poner un ejemplo, nunca fue una prioridad de UNASUR.

Aunado a ello, existía un desorden y caos administrativo en la sede en Quito (Ecuador) lo que llevó a Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Paraguay a suspender su participación en abril del 2018. Colombia y Ecuador también lo hacen en 2019. Uruguay también anunció su retiro para el 2020, quedando solo cuatro países: Bolivia, Guyana, Surinam y Venezuela.

A pesar de que UNASUR careció de una institucionalidad sólida y que sus decisiones fueron determinadas por intereses de los propios mandatarios, ahora buscan reactivarla a toda costa; incluso para que involucre a más actores: universidades, sindicatos empresas y demás sectores para imponer su agenda: el socialismo del siglo XXI.

UNASUR siempre sufrió una débil capacidad de ejecución, ausencia de la dimensión económica y comercial, y el abuso de la regla del consenso. Si en esta pretensión de reactivarla no se hacen cargo de las deficiencias anteriores y no se garantiza el pluralismo, será más de lo mismo: una plataforma de enfrentamiento ideológico e intereses contrapuestos, propuestas irrealizables, una retórica vacía y una distracción de las necesidades concretas y urgentes de cada uno de los países miembros.

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