Informe “Panorama País” de Foro Madrid
Uruguay se acerca al Foro de São Paulo con el comienzo de su nuevo Gobierno de izquierdas
Foro Madrid advierte que el nuevo Ejecutivo de Yamandú Orsi, heredero de “Pepe” Mujica, puede conducir a una de las naciones tradicionalmente más estables de Hispanoamérica a ser devastada por el socialismo
Madrid, 20 de febrero de 2025. El próximo 1 de marzo tomará posesión como nuevo presidente de Uruguay el representante del partido Frente Amplio, ganador de las elecciones del pasado mes de noviembre, Yamandú Orsi, tras cinco años de mandato oficialista. Foro Madrid, en su último Informe Panorama País de la nación hispanoamericana, considera que Orsi, heredero político de “Pepe” Mujica, podría conducir a Uruguay a la órbita del nefasto Foro de São Paulo, aumentando el papel del Estado en la vida de sus ciudadanos y perjudicando de forma grave la iniciativa privada y el crecimiento económico.
Foro Madrid, alianza internacional de líderes, entidades y partidos que defienden la Libertad, la Democracia y el Estado de Derecho ante el avance de la extrema izquierda en países de ambos lados del Atlántico, cree que Uruguay necesita rearmar el pensamiento liberal-conservador dentro de las opciones políticas ya existentes, y en concreto, en el seno del mayoritario Partido Nacional que viene encabezando la oficialista Coalición Republicana.
En un documento de más de treinta páginas, Foro Madrid analiza la delicada situación política que afronta Uruguay tras el triunfo electoral de la izquierda, teniendo en cuenta las anteriores etapas de gobierno de los socialistas Tabaré Vázquez y “Pepe” Mujica, que pusieron en peligro la tradicional estabilidad institucional de la nación sudamericana.
Un breve paréntesis conservador
Después de quince años seguidos de gobiernos socialistas, Uruguay parecía recuperarse del yugo marxista (si bien, no tan extremo como en otras naciones de su entorno, como la Argentina de los Kirchner o el Brasil de Lula) con el Gobierno de Luis Lacalle, encabezando la candidatura del Partido Nacional, el 1 de marzo de 2020. En los últimos comicios, celebrado el pasado mes de noviembre, la Coalición Republicana en la que están integrados los partidos que, en teoría, rechazan el socialismo, presentó como candidato al moderado Álvaro Delgado, quien con una candidata a vicepresidenta como la ex comunista Valeria Ripoll, y un marcado carácter pragmático, renunció a abanderar fórmulas políticas decididamente liberal-conservadoras.
La consecuencia, afirma Foro Madrid, fue la desmovilización de parte del electorado de derechas, lo que, combinado con el control que la izquierda ha seguido ejerciendo en el campo educativo, mediático y sindical, terminó dando la victoria al Frente Amplio en noviembre de 2024. Una vez más, se cumplía el viejo aforismo de que solamente con la gestión no se ganan unas elecciones.
Uruguay, un país “inclinado a la izquierda”
En su Informe, Foro Madrid considera que las corrientes ideológicas dentro de la coalición oficialista han puesto en evidencia, si nos atenemos a los resultados del pasado noviembre, que el espectro político uruguayo “está notoriamente inclinado hacia la izquierda”. Por eso, el mandato que comienza el próximo 1 de marzo introduce al país en la lista de naciones que están ya “bajo la fortísima influencia del Foro de São Paulo y del Grupo de Puebla”, junto a Brasil, Colombia, México, Perú y los regímenes totalitarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El hecho de que la próxima vicepresidenta de Uruguay vaya a ser Carolina Cosse, del Partido Comunista, hacen temer un proceso parecido a lo que ocurrió en Argentina con Alberto Fernández de Kirchner. De hecho, Foro Madrid prevé que “aumente cada vez más la enorme injerencia que el sector público tiene en la vida de los ciudadanos”, así como que haya “cada vez menos margen para la generación, desarrollo y crecimiento de la iniciativa privada”, sobre todo teniendo en cuenta que también al frente del Ministerio de Trabajo habrá un comunista de larga trayectoria política.
Por eso, el Informe recomienda al Partido Nacional (principal fuerza opositora durante los próximos cinco años), “abandonar la agenda progresista que enarboló discursivamente y aplicó durante el gobierno, para volver a ser el portaestandarte de las ideas y principios del liberalismo conservador”. Para ello, cree que es necesario “renovarse, volver a sus orígenes y ponerse como primer objetivo empezar a correr el debate público hacia la derecha o, al menos, hacia el centro del espectro político”.
Puedes acceder al informe completo aquí.